Frases de niños

Alejandro, 5 años
Alejandro todos los días le quitaba dinero a su padre de la cartera. Un día su padre lo pilló y le preguntó: «¿Qué haces? ¿Me estás robando?».Alejandro le respondió: «No lo estoy robando, me lo estoy encontrando».

Charlie, 5 años
Charlie estaba discutiendo con su madre, y ella le dijo: «Te tienes que controlar, no puedes decir todo lo que se te pase por la cabeza». Él le contestó: «No puedo, el celebro me empuja».

Manu, 7 años
El padre de Manu le hizo una sopa para cenar y le dijo: «Cómetelo, que está muy rico». El niño tomó dos cucharadas y le contestó: «Papi, tú y yo tenemos gustos distintos».

Daniel, 3 años
Daniel es un niño muy travieso y no para. Un día comenzó a subir la escalera y su madre, ya cansada de pedirle que se estuviera quieto, le dio un azote en el culo. El niño se volvió muy serio y le dijo: «Si no se debe pegar a los niños, menos a los hijos».

Juana, 5 años
Un día Juana intentaba ponerse las zapatillas sola, y le preguntó a su madre: «¿Ésta en qué pie va?». Su madre le contestó: «En éste».Y la niña dijo: «Vale. ¡El otro no me lo digas!».

Mario, 4 años
Mario estaba hablando un día con su madre sobre lo que quería ser de mayor. Su madre le preguntó: «¿Cómo te gustaría trabajar: de pie, como tu tío Javi, o sentado, como Jordi?». Mario, viendo a su abuelo en el sofá, dijo: «Tumbado, como el yayo».

Marta, 5 años
Viendo que su hermana de 9 años y su amiga no querían hacer lo mismo que los demás (que era ver la salida de la vuelta al mundo de catamaranes), dijo: «Dejadlas, que están en la edad del pollo».

Leo, 5 años
Leo, un día que estaba muy enfadado porque su madre no le hacía caso, le dijo: «¡Yo nací de tu barriga, sé todo lo que piensas!».

Miguel, 3 años
En una ocasión, después de comprobar que en casa se hablaba a menudo de la Diputación por motivos profesionales, Miguel comentó en voz baja, susurrando, como si estuviera confesando un secreto: «Papá, ten mucho cuidado, porque la palabra Diputación tiene la palabra... puta...».

José, 8 años
Estando de viaje, José le preguntó a su padre: «Papá, ¿yo dónde me voy a morir?». Su padre le contestó: «Eso no lo sabemos, pero ¿por qué lo preguntas? ».Y el niño respondió: «Para no ir nunca».

Luca, 3 años
Un día la madre de Luca lo vio que estaba tocándose la «colita» con mucho afán y le preguntó: «Luca, ¿qué haces?». Y Luca le dijo: «Estoy buscándome el hueso». «Pero, hijo, si en la colita no hay hueso», le dijo su madre. Y Luca contestó: «¡Que sí, mamá! ¡A veces sí!».

David, 4 años
Mirando el Guernica de Picasso, dijo: «Pero ¿qué desorden es éste?».

Uriel, 3 años
Un día Uriel estaba con sus padres en la terraza del bar que ellos tienen y, sin venir a cuento, Uriel le dijo a su padre: «Papá, hay que comprarte unos cojones, que mamá dice que no tienes».

María, 5 años
Un día le dijo María a su madre: «Mamá, ¿sabes qué es un hongosexual?». «No, mi vida, ¿qué es?», le preguntó su madre. María contestó: «Pues es como un guay, pero que le gustan los chicos».

Lorea, 3 años
Estaba Lorea en casa con su primo Iván cuando su madre le dio para merendar un kiwi y su primo le preguntó: «Lorea, ¿te gustan los kiwis?». Y Lorea respondió: «Sí, y además me hacen efecto...».

Irene, 9 años
Una noche estaba durmiendo con su madre y le dijo la niña muy seria: «Mamá, eres como una rosa». Y su madre, emocionada, preguntó «¿Por qué, cariño?». Y ella respondió: «Porque te pinchan las piernas como si tuvieras espinas».

Sara, 5 años
Un día estaba Sara con sus padres y sus padrinos, y los padrinos le preguntaron: «Sara, ¿a quién quieres más: a mamá, a papá o a tu hermana Noe?». Y Sara dijo: «A Noe». «Bueno, Sara, es que son cariños distintos», dijeron sus padres un poco mosqueados. Y Sara contestó: «Ya sé que son distintos. A Noe la quiero más y a vosotros menos».

Alejandro, 5 años
Alejandro estaba en la piscina con su padre tomando el sol y le preguntó de repente: «Papá, si yo me pongo muy moreno, ¿seguiré hablando español?».

Blanca, 3 años
Su madre le dijo un día: «Blanca, ¿tú sabes que cuando eras muy pequeñita estabas en la tripita de mamá?». «Sí», respondió Blanca. Su madre siguió contándole más cosas: «Y cuando estabas allí, oías lo que yo oía, comías lo que yo comía... y cuando ya te hiciste más grande y no cabías en la tripita, pues saliste por un agujerito». Entonces Blanca se quedó un momento pensando y dijo: «Entonces ¿yo qué soy? ¿Caca?».

Javier, 3 años
Un día en una tienda una señora le dijo: «Qué niña más guapa ». Javier, un poco enfadado, le respondió: «No soy una niña, soy un niño». «Perdona, es que como tienes el pelo rizado no he visto si tenías pendientes», se disculpó la mujer. Y Javi le dijo, señalándose sus partes: «Los tengo aquí».

Nacho, 4 años
Estaba haciendo caca y cuando acabó llamó a su tía para que lo limpiara. La tía fue al baño y, como estaba fumando, le dijo a Nacho: «Nacho, levántate y así tiro el cigarro». Y él la miró enfadado y le dijo: «¿Te gustaría que yo fuera y te hiciera caca en el cenicero?».

Henar, 5 años
Un día su padre llegó de trabajar y le dio un beso y, cuando el padre se estaba alejando, Henar se limpió disimuladamente la mejilla. Su padre, un poco enfadado, le dijo:«Oye, no te limpies mi beso». Y Henar respondió: «No me lo estoy limpiando, me lo estoy extendiendo».

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